lunes, 20 de octubre de 2008

Poema de Clara Morales


… mientras cada frontera de la ciudad cerrada

se estrecha como un límite

final de la aventura.

.

Luis García Montero

Ven,

te ofrezco esta ciudad sin nombre y sin futuro,

y permíteme que no te llame amor,

que no te llame apenas,

que tan sólo reclame tu calor

sin nombre y sin futuro,

a juego con las sombras que corren por mi vida.

Descubrirás conmigo las callejas

que he dibujado a veces en postales perdidas,

en dos trazos que te hacían sonreír

y preguntar, curiosa, por las leyes de tráfico, las obras, las formas de cariño.

Ven, puesto que hace tiempo que clamas a las puertas

de esta ciudad de todos los posibles.

Te prometo murallas y desdenes,

calculados encantos impostores,

hoteles sin estrellas y paseos con un final pactado.

Te prometo palabras

y razones para no volver nunca

(garantizadas salidas de emergencia).

No puedo prometerte,

como ves,

casi nada.

Pero ven,

que tengo que mostrarte los espejos,

las horas de la noche que nunca conociste,

la lentitud que muerde y pide y grita,

el ritmo,

el centro de los cuerpos,

el violento silencio quebrado de la noche.

A cambio no pido más que el tacto

que se me pierde por entre las costuras,

que vengas sin ropa ni equipaje,

que no declares nada,

que nada te lleves de recuerdo,

y que nunca te quedes.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

¿Para quién lo escribiste?

Sofía dijo...

¡Ya sé para quién es! ¿Lo sabe?