lunes, 30 de noviembre de 2009

Luna Miguel, Almería


Luna Miguel (Alcalá de Henares, 1990). Estudia Periodismo y Comunicación Audiovisual en Madrid. Sus poemas y fotografías han aparecido en distintas revistas como Los Noveles, Luke o La Bolsa de Pipas y en las antologías El Jaiku en España y La casa del poeta. Es autora del breve poemario Síntomas (La Bella Varsovia, 2008). Actualmente trabaja como columnista para el diario Público.
http://www.lunamiguel.blogspot.com/



PARA LOS AMANTES LA CASA ENCANTADA ES DIVERTIDA
David Foster Wallace


Son las 3:45 pero aquí marca
una hora menos. Nunca he comprendido
el cambio de horario,
la noche más larga,
la ficción del minuto presente:
volver al pasado,
sarcasmo del reloj.

Extiendo mi imagen sobre
la pantalla, tatuado, mi pecho,

escribo infinito y leo tu nombre,

escribo infinite, como una
broma a quienes no confían.

Mi nombre no es Mark Necht. Mi casa,
no encantada:
Valparaíso,
¿careces de horizonte?
Tampoco avanzo.

No sé como decirte que no pienso
en otros hombres:
raparme al cero,
raparme la palabra,
raspar
con el silencio de las manos que no
intento.

Te nombro y leo infinito.
Me nombro y leo tiempo.

Son las 3:45 pero
el mundo se arrepiente de su ritmo.

Son las 2:45 y
alguien adivina el motivo de mi pecho.

La simple casualidad de la tinta en la piel:

por no ser tinta-libro
por no ser tinta-círculo
por no ser tinta-muerte

tú adivinas el motivo de mi pecho.

Tú que amas mi brazo alzado.

Mi brazo que es un ala.

Mi brazo mueve libro.

Mi brazo mueve círculo.

Mi brazo muerte.




DE CAMINO A LA VÍA LÁCTEA


Tan sólo discreción es mi reclamo.

Tan sólo discreción, poeta,
que esos versos no son tuyos.

Tan sólo excreción celeste.
Introspección violácea.
Color sin adjetivo
y alas de rosa enferma.

No quiero saber de economía.
No quiero saber la Crisis.
No me interesan mis hijos,
ni el terrorismo,
ni tampoco su voz.

Qué le vamos a pedir al poema sino una piedra de coca.

Qué le voy a pedir al espejo sino una hilera de hormigas
penetrando en mi trasero.

Qué le voy a pedir al poeta
si cada vez que lo invoco, se olvida de mí.

Hormiga.
Poeta.

Tan sólo tu silencio es mi reclamo.