miércoles, 5 de noviembre de 2008

Tres poemas de Alejandro Luque


NOCHE DE GUERRA EN EL MUSEO DEL ORO


Se ponía la máscara, se transformaba en jaguar

y así conseguía percibir las cosas de otro modo,

del modo como las ve el jaguar.

Mitología Kogui

Si pudiéramos calzarnos la máscara,

ver las cosas como las ve el jaguar,

si el tiempo dejara de culebriar

y nos liberara de esta cáscara

de vidrio; si inundaran la vaguada

campanas a rebato, y el metal

fuera carne, y quisiera ese animal

que llevamos dentro empuñar la espada.

Si cada día alumbrara una gema

la hija del cacique, encinta del sol.

Si el arrojo que combatió al español

quisiera subvertir este Sistema.

Si la eternidad no fuera tan cara.

Si el mundo de abajo se despertara.





Musa (Museo Botero)


Pobre del pincel que quiso

regodearse en la bulimia de Venus,

y por no hallar en la carne horizonte,

de tanto y tanto trasegar la tela

quedose en tres cerdas no mas.

En el azogue de mano, la mirada

de la musa, vacuna y tristonga,

justifica el sacrificio:

fluye el agua tibia y colma

el baño de catastroficos eurekas

mientras por los azulejos se derrama,

infinita, la piel apetitosa de esta

virgen de las alacenas y las confiterias

-llena eres de grasa,

el furor es contigo-,

bendita tonelada de trementina,

paisa espesa, melancolica catedral.

Solo la soledad,

ese bolerazo lento y ceñido,

puede achicarla en su abrazo inmenso.



BOGOTÁXI


Lavó tu rostro el polvo de la calle.

La soledad se sentó a tu lado

sin rozarte apenas

y descorriste el cristal empañado

para que fueran una

la caricia del aire

y la fusta en los ojos:

la muerte deambulando en las aceras,

los niños sin sueño y sin sombra,

el banco a la intemperie

que acuna a Dante.

Tu voz tembló al decir las señas

y a los labios te subió un eco

como de sangre o vino amargo.

La ciudad te atravesó

como una procesión a oscuras.

La saludaste con esa tristeza digna

de un violín roto.

y enfilaste solo la madrugada,

musitando tu rosario de culpas,

abrazado a una maleta vacía.


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