Presentación de NOCAUT en Córdoba.
Degustaremos un Perol Cordobés regado con vino de las bodegas de La Primilla, Montilla.
Presentarán Nuria Mezquita y Nacho Montoto, y realizaré un mini-recital junto a Vicio (Fernando Bazán).Os espero!
Es a la 1 de la tarde, el sábado 28 de noviembre en la Taberna La Montillana, junto a la Iglesia de San Miguel, en el centro de Córdoba.
PATETIPOÉTICA
-SOIS ESTÚPIDOS, les dije mientras desplomaban su gancho de derecha que me dejó besando la lona. De nada sirvió mi condición de conductor de nubes. Me llovían golpes de todos lados, puños-ametralladora, hostias con la mano abierta. Me levanté jadeando monosílabos. Caí sobre las cuerdas y fue entonces cuando les lancé un gancho de izquierda, otro a la frente, un puño a las costillas.
La sangre seguía siendo mía.
Con un huevo en un ojo me empujaron al rincón, pero nadie tocó la campanilla. Intenté mantener la guardia cerrada con ambas manos, prolongar la distancia, escapar del cuadrilátero.
-Aguantó el castigo como un jabato, decían las crónicas, pero me mataron. NOCAUT. Estaba combatiendo por el título y ni siquiera me había apuntado a la lista. No sé quién carajo me metió en el ring. No sé quién fue el boxeador que sacó la navaja. Quién les suministró los esteroides y las palabras.
Entonces me levanté,
ajusté mis guantes amarillos
y seguí escribiendo.
Degustaremos un Perol Cordobés regado con vino de las bodegas de La Primilla, Montilla.
Presentarán Nuria Mezquita y Nacho Montoto, y realizaré un mini-recital junto a Vicio (Fernando Bazán).Os espero!
Es a la 1 de la tarde, el sábado 28 de noviembre en la Taberna La Montillana, junto a la Iglesia de San Miguel, en el centro de Córdoba.
PATETIPOÉTICA
-SOIS ESTÚPIDOS, les dije mientras desplomaban su gancho de derecha que me dejó besando la lona. De nada sirvió mi condición de conductor de nubes. Me llovían golpes de todos lados, puños-ametralladora, hostias con la mano abierta. Me levanté jadeando monosílabos. Caí sobre las cuerdas y fue entonces cuando les lancé un gancho de izquierda, otro a la frente, un puño a las costillas.
La sangre seguía siendo mía.
Con un huevo en un ojo me empujaron al rincón, pero nadie tocó la campanilla. Intenté mantener la guardia cerrada con ambas manos, prolongar la distancia, escapar del cuadrilátero.
-Aguantó el castigo como un jabato, decían las crónicas, pero me mataron. NOCAUT. Estaba combatiendo por el título y ni siquiera me había apuntado a la lista. No sé quién carajo me metió en el ring. No sé quién fue el boxeador que sacó la navaja. Quién les suministró los esteroides y las palabras.
Entonces me levanté,
ajusté mis guantes amarillos
y seguí escribiendo.
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