jueves, 1 de octubre de 2009

Poesía experimental postmoderna. Carlos Fajardo Fajardo

POESÍA EXPERIMENTAL POSMODERNA

Poemas Performances, Poesía Fónica, Polipoesía, Poesía Fractal, Holopoesía, Poemas Objetos, Videopoesía, Poemas Plásticos…son algunos de los multiprocesos de experimentación que se están produciendo en las poéticas posmodernas. Hijas de la hibridación de los géneros y proyectadas en una escenografía cultural de la descentralización y ruptura con la concepción unitaria y orgánica del arte moderno, son estas poéticas la mayor garantía de expresión de libertad imaginaria, cuyos antecedentes se pierden en la niebla de los tiempos. Se sabe que casi todas las vanguardias propugnaron por llevar a cabo un “experimentalismo” en las producciones artísticas, muy unido a la idea de experimento científico-técnico de principios del siglo XX. Dadá, Surrealismo, Futurismo, Expresionismo, Ultraísmo, Creacionismo, lograron fusionar géneros y discursos diversos que se creían incompatibles, pero que producían un efecto seductor, mágico y maravilloso. Así, las diversas artes se conjugaron para crear una polifonía multi-estética, multi-sensitiva. La Poesía Experimental, manifiesta en la posmodernidad, ha continuado indagando en los procesos de hibridación de los géneros.



Estos procedimientos sincréticos han creado, por ejemplo, la llamada Poesía Sonora, cuyos orígenes se remontan a tiempos antes de Cristo, con las composiciones denominadas Tautogramas, donde el punto fuerte de los versos “reside, justamente, en la lozana sonoridad y no en el significado” (Dick Higgins, Catálogo de la Exposición Poesía Experimental, 2001, 18). En la poesía sonora, es el elemento acústico “el que determina su valor estético y formal” (Higgins, 18) constituyéndose este valor en el componente básico que produce el significado. Aquí, el sonido es el que genera el sentido poético. En palabras de Higgins, “ cuando está representado a lo vivo, el poema sonoro se sirve de otras cuestiones que parten de su integración a otros medios y lenguajes: espacio, gestualidad, vídeo, interacción con el público. Sin embargo, todos estos elementos deben participar dirigidos por el proyecto del poema sonoro e integrado en un proceso de montaje, de relación intersígnica intermedial” (19). Tal como se plantea, la poesía sonora retoma la estructura de multimedia donde se conjuga el arte con la alta tecnología, junto a las acciones más primigenias y rituales del cuerpo y los sentidos. El poema, así comprendido, pasa del texto escritural, e incluso oral, al texto multimediático. El resultado de estas interesantes y seductoras fusiones lo encontramos en la Poesía Performática. Los poetas Clemente Padín (Uruguay), Enzo Minarelli (Italia) y Fernando Aguiar (Portugal), invitados al XI festival Internacional de poesía de Medellín, son grandes exponentes de dicha poesía.

En las “puestas en escena” de sus acciones poéticas, Clemente Padín hace dialogar lo irónico, lo lúdico, la sátira, logrando gratas sensaciones extremas donde es el espectador el que resuelve el poema visual, lo completa, pues Padín lo invita a pasar a la otra orilla por medio de la innovación, la evocación y lo imaginario. El lector de este texto visual, se transforma en poeta al ser inducido a producir el poema como símbolo, es decir, como sugerencia y seducción. La gracia simbólica de los poemas performances de Clemente Padín, se nutre de una cotidianidad exaltada por el devenir de lo trágico-cómico. De allí su visión de la vida como fortuitos y azarosos encuentros o desencuentros plurales, manifiestos en su exhaustivo trabajo.

La Poesía Performática de Enzo Minarelli transita por varias posibilidades. El teatro, la poesía sonora, el vídeo, la poesía digital, sirven a éste para explorar las múltiples posibilidades de lo poético. En su trabajo sonoro, entran el humor, las técnicas vocales, los susurros, los gritos junto a las tele-tecnologías actuales. Al poner en escena la Polipoesía, funcionan como catalizadores el sonido, la imagen y la palabra hasta lograr una atmósfera de sensaciones que más que decir sugieren lo que es un poema. La Polipoesía, término creado por este poeta, “es concebida y realizada para el espectáculo en vivo; se apoya en la poesía sonora como prima donna o punto de partida para establecer relaciones con la música (acompañamiento o línea rítmica), la mímica, el gesto, la danza, la imagen, la luz, el espacio, las vestimentas y los objetos” (Enzo Minarelli, Catálogo de la Exposición Internacional de Poesía Experimental, 2001, 19). La polipoesía polifónica, polilinguística, polifuncional, llega a ser en Minarelli una manera de mostrar la infinidad de posibilidades desde las cuales la poesía posmoderna actual está explorando sus lenguajes como fragmentación, descentramiento y ruptura con las tradicionales poéticas orgánicas, unitarias y cerradas de los modernos. (Confróntese, por ejemplo, el CD- rom de polipoesía “Cinema/Museo; In/forma di Catalogo”, Cento, Italia, 2001. El CD. de Poesía Sonora “coralmente me stesso”, Cento, Italia, 1998 y el Larga Duración “The Sound Side of poetry”, Cento, Italia, 1990)

Por su parte, el poeta portugués Fernando Aguiar, considera que la poesía performática “contiene ese aspecto de sincronismo de acción/reacción que hace vivo el poema. Las personas asisten al nacimiento y al término del poema. Observan a quien crea y la ejecución del poema, ayudando, a veces, a su creación (…). Posibilita la información integrada recíproca e instantánea. Apela a la participación. ( Catálogo…19). Se aprecia aquí que la práctica del poema deja de ser un acto solitario y pasa a convertirse en un acto público, espectacularizado en tanto entra a ser representado en vivo y en directo. Este espectáculo de la poesía performática llega a ser ambiguo, puesto que puede caer en la mediocridad facilista del poema light - tal como lo anunciamos arriba - o bien puede producir un gran sentido de calidad estética, en donde la exploración del lenguaje, la disciplina creativa y el conocimiento de los procesos multimediáticos lleven al poema performático a un estallido simbólico imaginativo mayor. Desde luego, este último es el caso del poeta Fernando Aguiar. Palabra, teatro, plástica, texto oral y escritural, diseño gráfico, música, hacen parte de las “puestas en escena” de sus poemas. Este performer-poeta ha explorado distintas expresiones que pasan por la poesía concreta, la poesía visual, los poemas-objetos, llegando a la poesía bricolage y a las fusiones que se logran maravillosamente en sus experimentaciones. El poema es más que un texto escritural u oral llega a ser un multitexto, rizomático, descentrado, discontínuo, simultáneo, paradojal, contingente y laberíntico, sintonizado con las categorías de las estéticas posmodernas. La gran explosión o Big Bang que se produjo en las estéticas unitarias y universalistas, elevó la alteridad, el discenso, la variedad y la heterogeneidad a conceptos artísticos. El poeta rompe con lo uniforme y asume una “vida en plural” (Fernando Pessoa). Del sujeto centrado, autónomo, al sujeto múltiple y plural. El poeta Aguiar acepta el desplazamiento de una sensibilidad a otra; teje nudos, redes y no linealidades ni fundamentos últimos. Sus rasgos están en la multi-identidad y diversidad. Fernando Aguiar manifiesta en su obra, sin traumas ni sentimientos de culpa, estos estupendos desplazamientos estéticos. (Confróntese, por ejemplo, sus libros “Os Olhos que o nosso olhar nao vé”, antología de poesía, 1972-1980. “Poemografías. Perspectivas da poesía visual portuguesa”, Lisboa, 1985. “Minimal poems”, Alemania, 1994; “Indicis”, Barcelona, 1995; y sus obras Poesía sonora IV, 1996; Soneto a cuatro voces, 1986, rede de canalizacao, 1983; Discorso (s) Polipoesía, 1991…).

Por otra parte, en la llamada Videopoesía observamos cómo se integran las tele-tecnologías en la creación de poemas. Aquí “el movimiento incorporado al texto es la principal contribución que el lenguaje del vídeo trajo a la poesía… Se amplía la noción de tiempo de los vocablos y se quiebra la linealidad de la lectura, revelando los textos según la programación del autor, con las palabras en movimientos distintos del tradicional de arriba abajo y de izquierda a derecha” ( Álvaro Andrade García, catálogo de La Exposición de poesía Experimental, 19). La videopoesía facilita superar al texto tradicional lineal y cerrado, puesto que provoca una lectura pluridimensional de distintas formas cuantas veces se desee. “Texturas, colores y formas revistiendo y haciendo de fondos para las palabras, permiten la superposición de elementos de las artes plásticas en el encadenamiento sintético de los poemas. La videopoesía acerca inmensamente esas dos formas de expresión, tradicionalmente tan afines” ( Andrade garcía, 19).

Hija de la cibercultura, la Holopoesía es la máxima expresión artística de la era digital computacional. Poesía producida gracias a la realidad tecno-virtual y realizada en el espacio inmaterial tridimensional en constante transformación. Según el brasileño Eduardo Kac, la Holopoesía, en contraste con la poesía visual, “pretende expresar la discontinuidad del pensamiento; en otras palabras, la percepción del holograma no tiene lugar ni lineal ni simultáneamente, sino en fragmentos que el observador ve en función de las decisiones que toma, es decir, dependiendo de la posición que adopte respecto al poema” ( Catálogo Exposición… 20). Aquí los fractales son los integrantes mayores del Holopoema. Son creaciones de sintaxis nuevas, discontínuas, irregulares, indescifrables, no medibles por las tres dimensiones no euclidianas y cuya morfología posee el carácter estético de lo maravilloso. Los Holopoemas, igual que las figuras neobarrocas posmodernas, están dotados de dinamismo, inestabilidad y metamorfosis rítmicas graduales. “La percepción espacial de los colores, los volúmenes, los grados de transparencia, las transformaciones de la forma, la posición relativa de las letras y las palabras, y la aparición y desaparición de formas es inseparable de la percepción sintáctica y semántica del texto” (Catálogo..20). Poesía virtual. Poemas cuatridimensionales que integran no sólo lo espacial, sino lo temporal. De allí su fluidez, su fugaz percepción y la no permanencia en el tiempo. Poesía para la memoria instantánea global, promocionada e impulsada por la cibercultura. (Véase,por ejemplo, los Holopoemas de Eduardo Kac, Zero, 1991; Havoc, 1992; Holo/Olho, 1983). http://www.ekac.org/holosp.html

Un gran ejemplo de obra poética que reúne a la gran mayoría de las exploraciones aquí citadas, es el poemario multimediático Árbol Veloz, editado en tres formatos (libro, cd-rom y casete) del poeta uruguayo Luis Bravo, invitado al Festival de poesía de Medellín, en el cual encontramos intersecciones entre poesía visual performática, música, gráfica y poesía leída. Multimedia que construye una cierta Estética del video-clip donde observamos el dinamismo de un collage de textos e imágenes en movimiento, secuencias en un tiempo no lineal, superposiciones de palabras con iconografías simultáneas, fluidez y aceleración que expresan la vida cotidiana de las actuales ciudades. Luis Bravo proclama en este trabajo la Velocidad como el actual mito de nuestra posmodernidad dentro del cual animación y escenario, fotografía y dibujo, lectura hipertextual y cortes transversales son aspectos fundamentales en su propuesta. En palabras del mismo autor, en esta obra “no hay sólo un espectador, como en la videopoesía; también hay un lector, un escucha y un operador que debe “navegar” por esa estructura arborescente…En este caso el “lector” lee y amplía la lectura. Incluso puede optar por leer mientras escucha el texto donde la voz y la música, trabajadas específicamente, generan un segundo nivel de “escucha”. En otro nivel están los info-videos (así se les denomina cuando están incluidos en el formato CD-Rom) que incluyen la banda de sonido y el trabajo de imágenes en distintas técnicas expresivas y, en este caso, desde diferentes estéticas”. De esta manera, Árbol Veloz se constituye en un gran hipertexto, que nos invita a explorar sus universos multiestéticos y multimediáticos. El poeta, al decir de Mariella Nigro, se transforma en un “juglar cibernético” con “su laúd electrónico”, pero también en un poeta rizomático que nos seduce por su gran gama de posibilidades y exploraciones.

Como se observa, son múltiples las manifestaciones de la denominada Poesía Experimental en la posmodernidad. Sus rupturas, a veces radicales con las formas tradicionales de la poesía tanto clásica como moderna, son innumerables, llevando a los conservadores a dudar de su valor poético. No caemos en estos últimos. Creemos más bien que la poesía, como expresión de la libertad imaginaria, tiene licencia para marchar por los campos abiertos de la creación, aunque sólo legitimamos dichas creaciones en tanto su calidad poética se mantenga; de lo contrario, como muchas veces sucede con la basuralización cultural, aceptaríamos la relajación acrítica y una sensibilidad de lo incontestable y la conciliación.

Fuente: http://www.ucm.es/info/especulo/numero20/posmoder.html

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