
EL BENEFICIO DE LA DUDA
«Pues ahora me enfado y no respiro.»
Dame sólo una razón. Algo que sea convincente.
Un argumento irrefutable. Una excusa
para ponerte el disfraz de hijaputa.
O si no, al menos,
concédeme el beneficio de la duda.
Por probar no pierdes nada.
Bueno, a lo mejor te pido un mechón de pelo.
Pero eso tampoco es para tanto.
El pelo crece.
(De Adolescencia dos: poemas hormonados)
Manuel Arana
No hay comentarios:
Publicar un comentario